El cementerio ubicado en la avenida del
cementerio, de la zona triste, de la ciudad de Guatemala.
De prisa entra el padre con su hija al
cementerio porque en unos momentos lo cerraran, al igual que al sol le restan
unos minutos de vida, en esos últimos momentos el hombre quiere
hacer, lo que pudo haber hecho antes, mientras tanto en el cementerio sopla un
viento suave, refrescante que se filtra entre los viejos mausoleos arrastrando
las hojas secas, tiene que llevar ese pequeño ramo de flores a su esposa
muerta, es una promesa personal, es un cargo de conciencia que quiere limpiar,
camina de prisa sumergido en su pensamiento, casi jalando a su hija, la niña está
contenta, ella se siente en paz, le atrae ese lugar donde ve a personas de
blanco caminar y sonreír, la niña
quisiera quedarse y compartir con los niños que ríen y juegan, el padre la jala
con fuerza a la niña, que no se quede atrás, llegan a la parte final del
cementerio, el padre sube una escalera de madera para colocar las flores, la
niña se queda sola por un momento, se le acerca la pálida señora, le sonríe,
en sus ojos se ve la tristeza de la soledad, llama a la niña como queriéndosela
llevar a ese mundo de silencio y no continuar con su soledad, la niña le
pregunta ¿quien es usted?, no hay respuesta solo se escucha como un lamento de
muerte el silbido del viento entre los arboles,
baja el padre de la escalera de colocar
las flores, agarra la mano de la niña y regresan, el hombre por un momento ve
una silueta de la esposa muerta, voltea a ver, no hay nada, llegan a la puerta,
el padre siente temor de salir y enfrentarse a los vivos, él también en cierto
momento sintió esa paz de la muerte en el interior del cementerio fantasma.
autor: Martin Cabañas
autor: Martin Cabañas
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