martes, 27 de enero de 2015

La Celda

Me doy a conocer con usted, Señor,
Para que nos entendamos y comprendamos  mejor,
Me siento bien en el área de aislamiento,
No me gusta estar molestando,
Excepto que sea por algo  grave o muy necesario,
No me gusta llamar la atención
Tampoco mentir, parecer víctima o victimaria,
Soy  como soy con todos los defectos del mundo, pero,
No me gusta el chisme, ni la falta de respeto, sin dar pauta,
No me gusta el abuso, la indiferencia, el acento golpeado,
La discriminación, la envidia,
No me gusta la preferencia,

Me gusta la reciprocidad,
Me gusta mi  celda, oscura, fría
Como la libertad de la soledad
Cuando viajo por  mundos interiores
Lejanos y hermosos llenos de luz y flores
Con aromas frescos llevados por el viento suave,
Me gusta mi celda, mi escape, mi condena
El tiempo terminara y dejare las cuatro paredes
Pero en la realidad, estuve por lejanos mundos
En grandes y verdes campos
Acompañada de usted, Señor
Al cual me doy a conocer
El mundo del hombre me condeno
Pero es falso como la oscuridad y frialdad
De esta pequeña celda en donde me encerró
Mi mundo es amplio y delicado
Sin acento golpeado, Señor.

Escrito por Sandy, habitante de  otro mundo,
actualmente encerrada en una celda oscura y fría
en algún lugar lejano de Guatemala 

autor : Martin Cabañas


jueves, 1 de enero de 2015

La Nada

     Uno entre un millón, no es nada, se perdió en el olvido de su propia conducta, un inadaptado, un auto desterrado de la sociedad, quiso volar como las aves del cielo, sus caídas fueron cada vez más grandes, quiso saber el porqué de su existencia, de su naturaleza, de su objetivo en la vida, busco las respuestas por las calles, callejones, ciudades, bosques, cuevas, valles, montañas, camino y camino sin encontrar la respuesta, solo encontraba hambre, ambición, vicio, muerte, traición, por fin el silencio, la nada, un silencio de paz interior que se transformo en amor, llego de repente como queriéndolo consolar, fue un regalo,  algo inesperado, era la clave de lo que había buscado por todos los caminos de la existencia mundana,  llego como  una fuerza universal que le atravesó el corazón,   le dio la llave de la anhelada respuesta, siempre la llevo consigo, estaba en su interior. Bajo las alas y pudo descansar por primera vez, sabía que había llegado a la meta y que de ahora en adelante la vida sería diferente, nada de que temer, nada de que odiar, porque incluso el sabia que el también  era La Nada.