Erase una vez un día donde el sol brillaba con más fuerza, esa luz que da vida a la tierra, a la humanidad le da
esperanza de empezar de nuevo en cada amanecer, “el ayer quedo atrás, con todo lo negativo que
pudo pasar” pensó el hombre recostado en su cama, hoy es hoy y lo viviré con
todo mi positivismo, se decía a si mismo el optimista, cuando de repente vio
sobre su cama una gran y repulsiva mariposa de la muerte, se quedo inmóvil observándola
por largo rato, a pesar de toda su fuerza positiva, abuso de su buena suerte
que había tenido precisamente por ser optimista y positivo, y tuvo la idea de
jugar un poco “y si reto a todas las supersticiones que tiene la gente y les
demostrare que el optimismo y el positivismo son más fuertes que lo negativo,
entonces la gente seria mas optimista, así que se decidió a salir a caminar ,
al levantarse lo hizo con el pie izquierdo, busco una escoba y mato a la
mariposa de la muerte rematándola con el zapato, la cual crujió, saliéndole una
espesa sustancia verde, rompió un espejo en mil pedazos que le había regalado
su madre en su veinteavo cumpleaños, adentro de su casa abrió un paraguas, paso
seis veces debajo de una escalera, solo le faltaba encontrar un gato para
atravesarse en su camino y que mejor si fuese negro y se marcho a buscarlo,
camino y camino, el optimista pensaba que quizás por su buena suerte no lo
encontraría, la noche se aproximaba y el optimista no perdía su optimismo, pero
después de caminar por horas el optimista, estaba cansado y pensaba que cuando encontrase a ese maldito
gato negro le patearía el trasero y después se marcharía a dormir
tranquilamente a casa.
En una estrecha y oscura calle vio un gato
negro, se encamino a él, mientras mas se acercaba , mas grande se hacia el gato
y mas grande se hacia una presión sobre el pecho, el optimista sintió un
escalofrió que le recorrió todo el cuerpo, sintió miedo y no hay peor miedo a
la muerte, el gato con sus grandes ojos de fuego le dijo, “Para que me buscas
insignificante hombre, para que buscas la oscuridad si tu con tu maldito
optimismo hipócrita podrías haber vivido muchos años en tu fabuloso mundo de
luz, pero te metiste en donde no cabes y lo pagaras con tu miserable vida,
porque si enfrentas el mal con el mal, tendrás maldad, si enfrentas la
oscuridad con la oscuridad tendrás oscuridad, así que buscaste la oscuridad
aquí la tienes, ja ja ja” rio el gato
haciendo templar las paredes y el temple de optimista.
El optimista con su positivismo pensó, maldad
con maldad da maldad, empezó a perdonar al gato negro aunque le quitase la
vida, empezó a sentir afecto a la oscuridad que representa al gato y mientras más
afecto sentía hacia el gato negro iba
disminuyendo de tamaño, el optimista empezó a mejorar su respiración, su pecho
se liberaba de la presión, hasta que el gato se hizo un inofensivo cachorro, el
optimista se sintió seguro de si, y
pensó “este es el momento para patearle el trasero a este maldito gato”, pero
recordó que maldad con maldad es mas maldad, agarro al cachorro y se lo llego a
su casa, ahora en adelante y por toda la vida, el gato negro es su sombra, su
mascota, es parte de él, no puede dejarlo escapar porque crecería y se devoraría
el optimismo.
autor: Martin Cabañas
autor: Martin Cabañas
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