El
viejo escritor de sueños escribe en la soledad en su humilde habitación en una desactualizada
máquina
de escribir “Royal”, solo se oye un teclazo, después otro teclazo, escribe viajes a otros mundos, a otros planetas con
sus fantásticos y despejados paisajes, con sus miles de colores y sus increíbles
y bellas creaturas, para él están real, el viejo es el creador de mundos que se hacen realidad, fluyen como fuente de vida,
pone todo su esfuerzo en esas manos temblorosas con artritis por narrar sus lejanos mundos, cuando muera es
ahí a donde ira dice el viejo escritor de mundos, es un Dios en miniatura.
El viejo escribe:
“Desde niño
tuve más que un sueño era una misión y es llegar a
Marte, porque te vi entre
las estrellas y te quise alcanzar pero
estabas tan lejana, ahora viajo solo por el espacio infinito esperando llegar a
algún día a Marte y eso me
reconforta.
Me
gustaría Marte y explórate, Subir el monte de Venus y de miel, daría un salto desde el lado
oscuro de la luna, Para llegar a Marte y saber donde escondes tus
secretos, Podría ser el primer astronauta que llega a Marte, Besar por primera vez
la piel de arena roja y Encontrar vida en la lejanía.
Ser el
primer ser humano en el planeta rojo que es tu mundo, pero mientras llego sueño
despierto que como será Marte, y todos estos días, semanas y meses de viaje a
Marte no es nada a comparación de la dicha de llegar amarte".
Autor: Martin Cabañas
Autor: Martin Cabañas
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