Solo quiero, solo deseo, se me antoja
Quiero mirar tus ojos, oler tu aroma,
Saborear tu sabor, palpar tus adentros
Tengo ganas de acortar el camino, para llegar rápido a ti
Quiero amarte y fundirme en los abismos de las estrellas
Tengo ganas de ver el mar azul con la luna dorada del
mañana
Quiero que tu sonrisa sea clara como el amanecer de
primavera
Tengo ganas de leer tu libro de secretos ocultos
Quiero entrar a ese mundo de tus deseos, de tus miedos,
de tus alegrías
Tengo ganas de fresas con chocolate en tu cuerpo
Quiero que las luces brillen y exploten en mil colores en
un éxtasis sin fin
Tengo ganas de correr por la vereda que conduce a la nada
Quiero caminar en el silencio de tu compañía,
Tengo ganas de tomar café caliente de tu boca
Quiero que el
mundo desaparezca al compás de tu andar
Tengo ganas de escuchar música de tu corazón
Quiero ser para ti y tú para mi amor prohibido
Tengo ganas de contarte mis deseos
Quiero que la distancia no sea obstáculo para este amor
de pendejo
Tengo ganas que ya no llores en silencio
Porque la distancia y el estatus nos separa pero nos atrae
Tengo ganas que nuestras sangres se unan
Quiero que me llames tu vos es música para el triste
corazón de fantasía
Tengo ganas del fruto prohibido
Quiero aferrarme al recuerdo que no muere, eterno como el
infinito cosmos
Tengo ganas de traspasar el velo de la ignorancia
Quiero ver las aves de color azul perdidas en un cuento
Tengo ganas de no despertar de esta ilusión
Quiero que seamos uno en la tierra
Tenga ganas de respirar el perfume de tu ausencia
Quiero seguir soñando, abrazar la ilusión
Tengo ganas de seguir amándote,
Quiero seguir caminando por los callejones de laberinto
Buscando un fantasma que se perdió
En los deceso, en las ganas, en la ilusión del te quiero.