Esta es la historia de Simón el que dijo
que todo era posible y nunca se dio por vencido, una noche de tormenta nació en
humilde cuna, camino por las veredas de piedra de su tierra natal, hacia una
escuelita azul de su limpia aldea, aquella que tiene una hermosa bandera azul,
blanco y azul y ondea libre entre la gente humilde, Simón se vino a la ciudad a
limpiar vidrios de carros en las esquinas, algunas personas le cierran la
ventanilla y con el dedo le dicen que NO, otros mas bondadosos le dan una moneda.
Simón estudia de noche y pasan los días
hasta que se graduó de bachiller, ahora reparte Pizza en 30 minutos o gratis,
pero lo que si sabe Simón que nada es gratis.
Simón esta en la universidad y dice que
nada es imposible, nunca se da por vencido, así como corre en su moto de
repartidor de Pizza, zigzagueando entre los carros también corre el tiempo en
su estudio.
Simón ya profesional, visita de vez en
cuando su antigua aldea, toma por la misma vereda de piedra hasta que llega a
su escuelita de la infancia donde observa que el tiempo y la indolencia no
perdona, donde ahora ondea una bandera rota sin país y el asta que la soporta
es solo un palo podrido donde los perros sin dueño, ni país se orinan para
marcar su territorio, de su antigua maestra merodea por el pueblo limpio aun el
fantasma que busca alumnos con ansias de aprender.
Simón ya de viejo, murió en una noche de
tormenta, tendido en su cama, dejo un legado de superación entré toda su gente,
dio lo que tenia y no espero nada, ahora descansa en una tumba cerca de su
vieja escuela y es el alumno favorito del fantasma de la vieja maestra, en su
lapida dice “EL QUE NUNCA SE DIO POR VENCIDO“ El polvo se levanta y la tumba se
borra, el tiempo vence a un muerto, pero hay un millón de Simón corriendo y
zigzagueando para llegar a tiempo a algún lugar lejos del asta podrida donde
ondea una bandea sin patria y donde aun los perros sin dueño, sin país se
orinan para marcar su territorio.
autor: Martin Cabañas
autor: Martin Cabañas